Hablar de todos los cambios que han sucedido en las políticas de inmigración de los Estados Unidos y sus resultados en los últimos años requeriría una serie de libros. Sin embargo, podemos intentar tener una perspectiva general de la situación e intentar resumir el foco de los cambios y cómo la inmigración se ha visto afectada en general.
La situación política del país y la forma en que la inmigración está involucrada es un tema de constante preocupación y debate en la televisión y en las redes sociales. En vez de agregar ruido a la contienda política, para este artículo, simplemente intentaremos echar un vistazo a la realidad de la situación actual de la inmigración y cómo ha cambiado.
En los casi tres años bajo la presidencia de Donald Trump, las políticas migratorias han cambiado dramáticamente. Aunque el muro que prometió no ha sido construido, el bastión legal y burocrático del gobierno de los Estados Unidos contra la inmigración ha sido tan perjudicial como cualquier muro.
En cuanto a las leyes técnicas migratorias que se han aprobado a nivel federal, el número es sorprendentemente cero. Lo que ha pasado es más sutil y en ocasiones no ha sido tan sutil. Trump hace anuncios de gran envergadura mientras los burócratas trabajan tras bastidores. Olvidamos que la amplia burocracia tiene poder. Cambios administrativos sutiles y circulares han hecho lo que muchos partidarios de un muro solo podrían haber soñado. Rachel Morris reportó en The Huffington Post que su efecto acumulativo era conocido entre los abogados encargados de asuntos migratorios como el muro invisible. Por antidemocrático que sea, ha demostrado ser más efectivo que cualquier político.
Al mismo tiempo, la administración de Trump ha impulsado un sinnúmero de ideas de alto perfil que han causado más distracción que cualquier cosa (el muro y el “veto musulmán”). Estas políticas llegan a los titulares, pero hasta ahora han tenido pocas consecuencias en el mundo real.
Son los cambios burocráticos tras bastidores los que han estado afectando las vidas y el futuro de los inmigrantes. Uno de los ejes de estos cambios fue la reestructuración de liderazgo en la parte del Departamento de Seguridad Nacional que entrega visas, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés). Las circulares de estos nuevos burócratas han “reducido de forma radical los programas de asilo y refugio de Estados Unidos”. La inmigración ilegal, así como la migración legal, refugiados y personas que solicitan asilo han visto un incremento en los documentos requeridos y en las restricciones que se les imponen.
Este es un tema inmenso. Para aquellos que estén buscando información más detallada que la que hemos podido haber cubierto aquí, le sugerimos examinar los documentos publicados en los últimos tres años del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.
Estos son algunos de los nuevos lineamientos que han demostrado tener un impacto mucho más serio:
- Los nuevos lineamientos permiten la deportación de inmigrantes legales si violan cualquiera de los programas gubernamentales que se ocupe de “la recepción de beneficios públicos”. Esto significa que cualquiera abuso de beneficios públicos percibido puede llevar a la deportación. Algunos argumentan que esto es parte del comienzo de una iniciativa para negar la ciudadanía a cualquier inmigrante que utilice beneficios públicos. Los críticos dicen que el plan tiene motivaciones raciales y está tratando de eludir al congreso.
- La definición ampliada de “carga pública” se puede resumir de esta forma: los cambios en los requisitos para exámenes médicos y vacunas han hecho más difícil para los inmigrantes cumplir con los estándares requeridos de la salud pública.
- Para matrimonios, ahora está claro que el solicitante y su cónyuge ciudadano de los Estados Unidos deben haber vivido juntos como una pareja casada durante al menos tres años.
- La Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) es una política que permite a los inmigrantes traídos durante su infancia trabajar y vivir en el país. Bajo la gestión del presidente Trump, se anunció un plan para eliminar gradualmente DACA. En octubre de 2019, la cancelación de DACA esperaba una decisión de la Corte Suprema. No se espera que esto ocurra hasta 2020.
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